Bicentenario del Desembarco y de la Bandera de los 33

Hace 200 años, la oportunidad para llevar a cabo la Cruzada Libertadora surgió luego del triunfo de Sucre en la batalla de Ayacucho, en 1824, que puso fin al imperio español en América del Sur. selló la independencia de Perú y dio pie a la de otros países de América.

La Banda Oriental estaba ocupada por Brasil, que hacía 3 años se había independizado de Portugal.

En Buenos Aires, en la casa de Ceferino de la Torre, impulsados por Pedro Trápani, se reunían los patriotas para planificar la liberación de la Banda Oriental, con apoyo financiero de comerciantes, ganaderos y saladeros bonaerenses. El jefe era Juan Antonio Lavalleja, secundado por Manuel Oribe y en la comandancia de la Cruzada, Pablo Zufriategui.

Los 33 orientales, que no eran todos orientales, el 19 de abril de 1825, en horas de la noche, desembarcaron en la playa de la Agraciada, donde hicieron un juramento de «Libertad o Muerte», con Lavalleja levantando la Bandera y leyendo la proclama por la libertad de la «amada Patria».

Hoy se cumplen 200 años de esta gesta que encendió la mecha de la campaña libertadora que nos llevó a la independencia.

Para ello fue necesaria la incorporación de Fructuoso Rivera, el 29 de abril, en el Abrazo del Monzón, que era imprescindible por su condición de caudillo de la campaña, las fuerzas militares del Regimiento de Dragones a su mando y el conocimiento total de las fuerzas de ocupación brasileñas.

Son parte de esta celebración bicentenaria, las leyes de la Florida y los triunfos patriotas en las batallas de Rincón y Sarandí.

Y también se cumplen 200 años de que se enarbolara por primera vez la Bandera de los 33, que con sus propias manos hizo Ceferino de la Torre con los colores artiguistas, a la que un pintor francés, residente en Buenos Aires, le trazó el lema «Libertad o Muerte», ya utilizado en la Revolución Francesa.

Este pabellón ha sido siempre el símbolo de la libertad que anhelamos los uruguayos y sus colores azul, blanco y rojo, representan la grandeza, la república y la sangre derramada por la libertad y la independencia.

Pero para el pesar y sufrimiento del pueblo uruguayo, esa bandera original, que se conservaba en el Museo Histórico Nacional, el 16 de julio de 1969 fue robada por el grupo terrorista uruguayo de izquierda OPR 33 (Organización Popular Revolucionaria 33 Orientales) y hasta hoy se desconoce su paradero.

Constituye una pérdida inmensa del más rico patrimonio cultural, moral, institucional, histórico y político de nuestro país, que debería ser devuelto por los responsables de su desaparición.