En una impresionante operación de ciberguerra nunca vista hasta ahora, este martes los servicios de inteligencia que se atribuyen a Israel pero que este país no ha admitido expresamente, lograron intervenir todos los aparatos de comunicación por radio, beepers de mensajería, conocidos como buscapersonas, de los miembros del grupo terrorista Hezbolá, que actúa desde el sur del Líbano contra Israel. Se dice que luego, con tecnología sofisticada, a distancia se hizo sobrecalentar las baterías de los mismos para hacerlos explotar en las manos o en los bolsillos de sus portadores.
El diario estadounidense The New York Times dio una versión según la cual Israel habría escondido explosivos junto a la batería de los beepers dentro de un lote de estos aparatos de una importación reciente que hizo Hezbolá de Taiwan que fue saboteada por la inteligencia israelí y los hizo detonar simultáneamente a distancia.
Como resultado se reportan más de 3.000 entre muertos y heridos en Líbano y en Siria, incluido entre los heridos al embajador de Irán en Líbano.
La tensión, la posible escalada del conflicto, las réplicas y represalias y la violencia están al máximo de peligrosidad y de preocupación internacional.
Los miembros de Hezbolá no usaban teléfonos celulares porque pueden utilizarse para localizar a la persona que los porta. Ahora resolvieron desprenderse también de los beepers.
Israel no ha hecho comentarios sobre estos hechos.