El cardenal estadounidense Kevin Joseph Farrell (78), es el camarlengo de la Iglesia desde el año 2016, designado por Francisco y por ello le corresponde, provisoriamente, la gestión del Vaticano, durante la llamada «Sede Vacante», que se inicia desde la muerte del Papa, que el mismo camarlengo certificó, hasta la elección del nuevo pontífice.
También seguirá de cerca un protocolo de funeral. Tras la muerte de Francisco y antes del Cónclave para elegir al sucesor, siguen nueve días de luto, se sella su apartamento de residencia y se destruye su Anillo del Pecador.
Su cuerpo será velado en la capilla de su residencia puesto dentro de un ataúd abierto. Será sepultado, a su pedido expreso, en una cripta en la basílica romana de Santa María La Mayor.
Además se encargará de los asuntos administrativos ordinarios del Vaticano, coordinará el Cónclave Cardenalicio que nombrará al nuevo pontífice.