Luego de una investigación que llevó un año de trabajo de inteligencia, planificación y preparación, 2500 efectivos de la policía militar, con 32 blindados, drones, helicópteros y fuerte armamento, ingresaron en 50 manzanas de dos favelas de Río de Janeiro, Penha y Alemao, en un megaoperativo para combatir al Comando Vermelho involucrado en el tráfico de drogas y considerada por el gobierno de Brasil como la mayor organización criminal del país.
Como el Comando Vermelho posee armamento pesado y muchos efectivos, se produjeron sangrientos y violentos enfrentamientos, propios de una guerra, que incluyó bombas lanzadas por drones, resultando 64 muertos y 94 detenidos y la incautación de fusiles y todo tipo de armamento, así como una importante cantidad de droga. Se le considera el combate más letal de la historia en Río en la lucha contra el crimen organizado.
Los residentes de esa zona de Río son unos 200 mil que quedaron en medio de los combates y fueron afectados en sus bienes y en los servicios esenciales.
En 16 años hubo 900 muertos narcos en Río.