La elefanta marina nacida en Piriápolis, apodada Francisca, en honor al fundador del balneario Francisco Piria, tiernamente se despide de su madre, apodada Pancha, luego de 25 días que la amamantó y protegió, porque, como es natural, luego de ese lapso de vida dependiente, vuelven al mar para recuperarse y llevar una vida independiente.
Este fue el primer e inédito nacimiento de un elefante marino en una playa urbana en nuestro país, ya que lo normal es que sea en zonas específicas naturales y aisladas.
Voluntarios, Prefectura, la organización sin fines de lucro Rescate de Fauna Marina y la comunidad toda de Piriápolis, cuidaron, vigilaron y protegieron el ciclo de vida de 25 días en que madre e hija viven juntas y se cercó la zona de playa lo que permitió brindarles un clima de tranquilidad en la naturaleza de la costa.
Ahora están despidiéndose cariñosamente para hacer su vida en el mar en forma independiente y tal vez no vuelvan a verse, pero la vida lo dirá.

