Fingió su muerte y dejó a su esposa e hijos para casarse con otra mujer.

El estado de Wisconsin fue el escenario de un caso que conmocionó a todo Estados Unidos. Ryan Borgwardt, un hombre de 45 años, fingió su muerte en un supuesto accidente de kayak para abandonar a su esposa y a sus tres hijos y huir del país. Este hecho desencadenó un operativo de búsqueda que se extendió durante semanas, con el hallazgo de un kayak volcado y equipo de pesca en el Lago Verde, lo que reforzó la idea de un ahogamiento. Sin embargo, las pruebas reunidas demostraron que se trataba de un plan calculado para escapar.

La investigación permitió reconstruir cada paso de su desaparición y su posterior huida al extranjero. Finalmente, tras varios meses de incertidumbre, la justicia de Wisconsin emitió sentencia. Ryan Borgwardt se declaró culpable de un delito menor de obstrucción y recibió una sentencia de 89 días de cárcel, el mismo tiempo que estuvo evadiendo a las autoridades. Además, se le impuso el pago de 30.000 dólares por los costos generados en la búsqueda.

El juez del Tribunal de Circuito del Condado de Green Lake, Mark Slate, subrayó que la condena reflejaba “el periodo exacto en que el acusado jugó con los recursos públicos y con la angustia de su familia”. Durante la audiencia, Borgwardt, vestido con una camisa blanca a cuadros y pantalones grises, expresó su arrepentimiento: “Lamento profundamente mis acciones y el dolor que causé a mi familia y amigos”. Su abogado, Erik Johnson, destacó que su cliente asumió la responsabilidad y regresó de Europa para enfrentar las consecuencias de sus actos.

La fiscal de distrito, Gerise LaSpisa, expuso la magnitud del plan de Borgwardt para desaparecer: “Todo su plan para fingir su muerte, para devastar a su familia con el fin de satisfacer sus propios deseos egoístas, dependía de que muriera en el lago y vendiera su muerte al mundo”. Según las investigaciones, Borgwardt revirtió una vasectomía, contrató un seguro de vida de gran valor, transfirió dinero al extranjero y obtuvo un nuevo pasaporte para preparar su huida a Georgia, donde planeaba iniciar otra vida con una mujer que había conocido en internet.

El engaño de Borgwardt se descubrió cuando una mujer que hablaba ruso se comunicó con los agentes del condado de Green Lake y facilitó el contacto con él. La oficina del sheriff difundió un video de esa conversación en la que Borgwardt se presentaba ante la cámara, confirmando su paradero. La investigación reveló que Borgwardt utilizó una lancha inflable para llegar a la costa y luego una bicicleta eléctrica para dirigirse a Madison, desde donde huyó a Canadá y después a Georgia. Finalmente, su rastro fue detectado gracias al pasaporte que había obtenido en Canadá, y en diciembre regresó a Wisconsin, donde quedó bajo custodia y se concretó el juicio.