El Huracán Helene, en el sudeste de los EEUU, concretamente en los estados de Florida, Georgia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Alabama, que el presidente Biden declaró zona de desastre, va dejando cerca de 50 muertos, la mayoría por las inundaciones producto de una marejada ciclónica antes nunca vista, miles de evacuados, muchos desaparecidos, millones de hogares y empresas sin energía eléctrica, rutas cortadas, ríos desbordados, vuelos demorados y cancelados y record de árboles caídos.
En Carolina del Norte la presa de Lake Luri está a punto de colapsar provocando una catástrofe de proporciones enormes.
Se estima que recién el lunes el huracán se disipará aunque hasta entonces seguirá la alerta por lluvias y vientos fuertes.