María José Camacho, Jueza Letrada de Familia de 5to Turno, ha expuesto una situación alarmante respecto al impacto de la salud mental en los casos que llegan a su juzgado, señalando un «presupuesto cero» para atención y una sobrecarga que desborda las instituciones.
La Jueza Letrada de Familia de 5to Turno, María José Camacho, ha brindado un panorama preocupante sobre la creciente complejidad de los casos de familia, donde la salud mental emerge como un factor transversal y crítico.
En sus declaraciones, la magistrada subrayó que el mes de diciembre siempre resulta complejo, con una acentuación en los casos de violencia. Según Camacho, el perfil del femicida a menudo está asociado a una patología de salud mental, y afirmó categóricamente que la mayoría de las situaciones de violencia “están atravesadas por salud mental».
La Jueza hizo un llamado urgente a la necesidad de realizar «ajustes económicos y humanos» en la aplicación de la Ley de Salud Mental. La situación actual, que tildó de crónica, ha llevado a una desatención crítica.
«Hace 15 años que estamos con presupuesto cero para poder atender a la gente» sentenció la Jueza Camacho, agregando que la precariedad llega al punto de en ocasiones «no tener hojas para imprimir las audiencias».
Si bien el Proyecto Ciudadela realiza un trabajo importante para las personas con adicciones y que forman parte de la salud mental, la Jueza indicó que «no se da a basto» para cubrir el cupo y la demanda de personas con estos problemas. Esta falta de recursos se traduce en situaciones dramáticas, como «familias que quieren internar a sus hijos pero no tienen lugar en dónde».
Uno de los puntos de mayor preocupación es la situación de los más jóvenes. La Jueza Camacho manifestó que la salud mental «preocupa mucho en la infancia y adolescencia», destacando el elevado número de suicidios de chicos jóvenes.
En este contexto, la magistrada hizo una reflexión dirigida a la sociedad y las familias, instando a «no exigir a los chicos aquello que no pueden cumplir» ante la presión que enfrentan los adolescentes, quienes están a veces desportegidos por los adultos en todas las clases sociales y ámbitos.
Finalmente, la falta de profesionales es otro cuello de botella. Camacho puso como ejemplo la situación de San José, donde «no hay suficientes psiquiatras», ilustrando la escasez de recursos humanos especializados que deben abordar la creciente ola de casos. «Me llaman la atención los casos de salud mental», concluyó la Jueza, reiterando la urgencia de una intervención estatal.

