En la Sala de la Convención de la casa del Partido Colorado, en Montevideo, colmada de público, Pedro Bordaberry (64), presentó la nómina al Senado de la lista 10 que acompaña la fórmula presidencial Andrés Ojeda- Robert Silva. En el escenario, con una pantalla gigante que transmitía imágenes que acompañaban las palabras de Bordaberry, único orador, se encontraban los dirigentes de los distintos sectores que acordaron ir con un sublema común, Vamos Uruguay, y promover a Pedro Bordaberry como primer titular de la lista 10 al Senado. Allí estaban sentados el Ing Gabriel Gurméndez (63) de Maldonado, el senador de Rivera, Tabaré Viera (69), el Senador de Salto Germán Coutinho (54), el diputado por Canelones Walter Cervini (36) y Ana Hunter de Durazno.
El primer titular es Pedro Bordaberry, y sus suplentes son Gabriel Gurméndez, Cervini y Nibia Reich. El segundo titular es Tabaré Viera y sus suplentes son Coutinho, Conrado Rodríguez y Yeanneth Puñales. En tercer lugar Ana Hunter con sus suplentes Andrés Cianciarullo, Marne Osorio y Noemí Pulitano. También están Tabaré Hackenbruch y otras personalidades partidarias en lugares no salibles pero honoríficos como Alberto Brause, Gustavo Cersósimo, Diana Saravia, Fernando Mattos, María Elisa Etchemendy, Ruben Correa Freitas, Jaime Sapolinski, Yamandú Fau, Renán Rodríguez Santurio y cierra Guillermo Stirling.
En un estilo diferente, más hablado que discursivo, Bordaberry habló y describió a los integrantes de la lista, pero comenzando por alabar a la fórmula presidencial Andrés Ojeda y a Robert Silva y siguió poniendo de relieve las cualidades y méritos de todos los de la lista 10 al Senado. Dijo que su campaña va a ser en búsqueda del diálogo con todos los partidos y para alcanzar políticas de Estado en temas claves como Seguridad, lucha contra el narcotráfico, educación y con prioridad en la principal actividad productiva del país que es el agro, «con el agro el país vive o perece». Exhortó a trabajar intensamente para que no prospere el plebiscito sobre la seguridad social que impulsa el Pit-Cnt, cuyas consecuencias, de aprobarse, serían catastróficas para la economía, «sería el principio del fin» dijo, parafraseando a Oddone pero al revés.