La frase del presidente Yamandu Orsi, «Yo no le pongo bozal a nadie», ha sido objeto de innumerables comentarios en estos días.
El presidente no se estaba refiriendo al derecho de libertad de expresión, lo que no habría dado lugar a mayores comentarios por lo obvio, sino que lo que llamó la atención fue que se refería a declaraciones nada menos que de sus ministros Mario Lubetkin, de RREE o sea el Canciller, y Alfredo Fratti, ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca.
Las de aquél, referidas en medio de la polémica por la expedición de más de 17 mil pasaportes a los uruguayos en el nuevo formato que no indica el lugar de nacimiento de los portadores y no son admitidos por países como Alemania, Francia y Japón y de Fratti, relacionadas con la compra de la estancia María Dolores por INAC y las referidas a la persona del senador Bordaberry, crítico de su resolución de suspensión de la autorización de exportación de ganado en pie pronto para faenar.
Luego de que el presidente Orsi comentara de esa manera las declaraciones de sus ministros, los respaldó pero hizo que dieran marcha atrás en sus decisiones.
Estos episodios dieron lugar a que el presidente del Directorio del Partido Nacional, Álvaro Delgado, dijera lacónicamente, a modo de crítica, que esto es como «cuando un club respalda mucho a un técnico es porque está a punto de cambiarlo».