Son cientos o más de mil, según distintas fuentes, los soldados de EEUU que ya están en Israel, para operar los sistemas antimisiles en defensa de Israel, que está siendo atacado por Irán con una lluvia de misiles y para reforzar la llamada «cúpula de hierro», que se podría ver desbordada por la cantidad de proyectiles que llegan simultáneamente. Estos militares serían los únicos habilitados para manejar el sistema de alta tecnología y que EEUU ha proporcionado, pero que sólo permite operarlo a sus efectivos.
También hay tropas británicas y se especula que están en condiciones de combatir, así como muchos de los estadounidenses, en respuesta a la participación directa de Irán en la guerra de Medio Oriente, donde se dan represalias de represalias que no tienen fin. El tercer ataque de Irán dejó cuatro soldados muertos y decenas de heridos israelíes.
Israel acaba de entrar por tierra a Líbano para atacar las bases de las fuerzas armadas proiraníes de Hezbolá, que desde el Líbano bombardean el norte de Israel, lo que ha dado lugar al desplazamiento de 80000 habitantes judíos. Israel acusa que Hezbolá se esconde entre la población civil libanesa, oculta su armamento y municiones entre las instalaciones civiles y también en las cercanías de los cascos azules de las Naciones Unidas.
Además de soldados en territorio de Israel, EEUU tiene apostada una enorme flota de barcos de guerra en el Mediterráneo y en el Mar Rojo, pronta para intervenir en defensa de Israel y de las vías de comercio.
La situación es muy tensa y tiende a escalar a nivel regional.