Un viaje a la Luna no es en línea recta.

Un viaje a la Luna no es en línea recta. Primero la nave despega de la Tierra con sus motores de propulsión y entra en órbita alrededor  de la Tierra y da vueltas. Después enciende nuevamente los motores y toma una trayectoria que se denomina de «inyección translunar» y no va directo a la Luna sino que desde la gravedad de la Tierra se lanza hacia la Luna y frena en una órbita alrededor de esta antes de descender suavemente.

En definitiva, no es un viaje recto directo, es con curvas y vueltas. Ir a la Luna tiene sus vueltas.